Ayni

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Gracias Ayni...

Sábado 23 de enero de 2010, por Mickael

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Me llamo Mickael Postiaux y soy voluntario en Ayni desde ocho meses. Este año fue muy enriquecedor para mí. He descubierto Bolivia, país que me gusta mucho por su riqueza cultural y la amabilidad de sus habitantes por una parte, pero también por sus ciudades, tales como Sucre o Potosi, reales joyas coloniales, sus pueblitos de tejedores tales como Tarabuco y Candelaria, y sus sitios naturales a dejar sin respiración (salares, lagunas coloradas, montañas del Altiplano, pero también valles, selvas, bosques vírgenes e inmensos parques naturales...).

Durante mi voluntariado, he trabajado con los niños de las bibliotecas de Mesa Verde, Sica Sica y Villa Armonía. He animado talleres de reciclaje de materiales tal como el plástico y el papel de periódico, implementado un jardín de flores y una huerta, he podido construir basureros en papel mache con el fin de organizar la recogida selectiva de las basuras en las bibliotecas, llevado a cabo salidas educativas, he realizado intervenciones sobre el entorno y la ecología y en fin, ayudando a los niños en la realización de sus tareas escolares.

Mediante mi voluntariado he podido aprender el español, reforzando en mi relación con los niños de las bibliotecas, pero también gracias a las clases de español de las cuales me he beneficiado en el marco del SVE (Servicio voluntario europeo, el programa de intercambio que me mandó a Bolivia). Para las clases, Ayni nos inscribió en la Alianza francesa de Sucre, en la cual me sentí muy bien y cuyos profesores se mostraron muy abiertos. También pude aprovechar de todas las actividades culturales que propone y de los buenos platitos de su restaurante...

Estoy realmente muy feliz de haber podido trabajar en una asociación como Ayni, que ayuda a los niños en su escolaridad y les permite abrirse sobre temas como el arte, el medio ambiente, el deporte, el teatro, la cocina...a los cuales estos niños no tienen acceso, y gracias al voluntariado se ha podido veneficiar a muchos niños desfavorecidos.

Me hubiera gustado quedarme, pero todas las buenas cosas tienen un final y mi voluntariado se acabara en apenas un mes..... Una cosa está segura: no se terminara todo aquí ya que me gustaría seguir ayudando a Ayni en el futuro, desde Francia, o regresando en un tiempo, no sé todavía

¡Pero en Ayni, he encontrado una familia de verdad!

Mickael